
La potencia económica y el nacionalismo han hecho crecer repentinamente a China Continental. Esta fuerza es percibida con cierta alarma por parte de la sociedad internacional. Estados Unidos se lanzó a una guerra comercial que, aunque suspendida temporal y estratégicamente por Donald Trump, es motivo de preocupación en el mundo. La posición estratégica de Taiwán adquiere mayor relevancia en esta situación. Si Taiwán es capaz de elevar precisamente y todavía más su valor estratégico, podrá ejercer mayor influencia en la complicada partida de ajedrez en la que se ven envueltos Pekín y Washington.
Lo analizamos en Plaza Pública.