
La presidenta Tsai Ing-wen dijo hoy que en Taiwán coexisten muchas creencias y religiones; sin ir más lejos, a lo largo de la avenida Xinsheng Sur de Taipéi se pueden encontrar templos cristianos, musulmanes, budistas, mormones o taoístas, mostrando una actitud de perfecta tolerancia y reconocimiento mutuo.
Tsai se expresaba así durante su discurso de la ceremonia de apertura del “Diálogo sobre Protección y Libertad Religiosa en la región del Indo-Pacífico”, un foro auspiciado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, al Fundación Taiwanesa para la Democracia y el Instituto Americano en Taiwán (la embajada estadounidense de facto).
La presidenta hizo hincapié en que la sociedad taiwanesa es fruto de la inmigración, por lo que históricamente sus habitantes han ido aprendiendo a superar las diferencias y a dar la bienvenida a todos aquellos que quieren contribuir a la sociedad taiwanesa.
La presidenta también señaló que todavía hay muchas partes del mundo en las que se reprime la libertad religiosa y los valores de la democracia y los Derechos Humanos. Según Tsai, Taiwán entiende perfectamente los sentimientos de aquellas minorías que son reprimidas y castigasas por sus creencias, valores o identidades, por lo que siempre estará de su lado.
Estas fueron sus palabras: “Nosotros elegimos ponernos del lado de aquellas personas que sufren represión por sus creencias religiosas. Esta es una de las razones por las que no dejamos de esforzarnos por fortalecer la cooperación con todos aquellos países que comparten nuestros valores y así crear una alianza sobre la base de ideas compartidas en las que distintas religiones o razas no sean víctimas del miedo a la persecución o el exilio”.